La soledad que experimentan las personas, jóvenes y adultos, llega a situaciones que pueden resultar paralizantes. Cada vez más se presentan casos de personas que se han vuelto cautivas del consumo de ansiolíticos y antidepresivos. Los medicamentos solo coadyuvan a mitigar las sensaciones, pero no resuelven el conflicto psíquico. Qué importante es iniciar un tratamiento psicoterapéutico para abordar los temas que detonan la ansiedad, el pánico ante la experiencia de imaginar y sentir que la vida se vuelve rígida, que el cuerpo se paraliza y la respiración se detiene, como si se tratara de un grito ahogado. La clínica de los síntomas contemporáneos localiza esta afección en el dominio de las manifestaciones de vacío. Vitalizar la experiencia humana y recorrer con los pacientes aquellas vivencias de pánico, permite entender y encontrar palabras para salir del terror sin nombre.
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